El control emocional es la capacidad de gestionar las emociones de forma sana y equilibrada. Esto incluye ser capaz de reconocer las emociones, regular su intensidad y responder conscientemente en lugar de actuar impulsivamente. El control emocional también implica desarrollar habilidades como la autoconciencia, la regulación emocional, la resiliencia, el autocuidado, la inteligencia emocional y la comunicación asertiva. Cuando tiene control emocional, puede manejar situaciones desafiantes de manera más efectiva y mantener relaciones más sanas con los demás y consigo mismo.
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