Alex Platt, de 99 años, vive una vida feliz con su elocuente sobrina, Lauren Godfrey, en Sleepford.
Sin embargo, la vida del ama de casa se pone patas arriba cuando va a un bautizo en Nueva York donde hay hadas viles a las que les gusta masticarse entre sí.
Alex, agradecido e intuitivo, está sorprendido por esta revelación y ya no quiere que las hadas se coman unas a otras.
Seguro de que está haciendo lo correcto, se va a casa y se compra algunas pociones y pantalones satisfechos, luego regresa a Nueva York.
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