Introducción Todos los trabajadores, empleados y empresarios experimentan la temida caída de su productividad. Desde su punto de vista, ha estado intentando optimizar sus horas de trabajo, siguiendo planes fijos programados y utilizando todas las herramientas de productividad a su disposición. Sin embargo, todo esto no vale porque aún no consigue sus objetivos. No se preocupe más porque este libro le va a revelar el motivo secreto que puede hallarse en su escritorio. O mejor dicho: el problema se encuentra en su escritorio. La razón por la cual no realiza su trabajo es simplemente porque su lugar de trabajo no es propicio para ello. Realmente le está desanimando a que sea productivo. Por tanto, no es capaz de dedicar su tiempo y su energía a obtener buenos resultados porque su escritorio desvía su atención de los asuntos más importantes que le ocupan. Como verá en este libro, la disposición de su escritorio es algo más que mantenerlo limpio. Limpiar los desperdicios de su escritorio y quitar el polvo de su ordenador sería útil instintivamente, pero no debería detenerse ahí. El desorden es un enemigo de la productividad realmente, aunque no siempre es cierto. Existen elementos que es posible que parezca que contribuyen al desorden de su escritorio, pero que en efecto es importante que tenga. Este libro le presentará los distintos elementos de su escritorio y cómo colocarlos correctamente. Trate el escritorio de su oficina como si fuera una unidad reducida de operaciones, similar a una planta de producción o una tienda, donde todos los elementos están situados y diseñados estratégicamente para obtener un rendimiento máximo. Normalmente una planificación tan precisa implica algo de matemáticas y ciencia. Aunque no tendrá que llevar a cabo cálculos complejos para el pequeño espacio de su escritorio, merece la pena que entienda cómo funciona cada componente de su escritorio y cómo afecta al tiempo, la energía y el flujo de trabajo. También es importante considerar la mecánica corporal y la ergonomía, que es el modo en el que funcionan las partes de su cuerpo para permitirle llevar a cabo distintas funciones. El diseño del lugar de trabajo, teniendo en cuenta la ergonomía, debería estar personalizado especialmente para la mecánica corporal particular del trabajador. De esta manera, solamente por el hecho de que se afirme que un ratón de ordenador está diseñado un ratón de ordenador afirme estar diseñado ergonómicamente no significa que se adapte correctamente a las manos de todas las personas y evite lesiones en toda la población. Este libro no le proporcionará una solución estándar, sino que le animará a evaluar su situación personal y a aplicar los principios que se presentan como más le convenga. Por último, antes de abordar la parte principal, un escritorio optimizado también debería fijarse como objetivo la mente. El lugar de trabajo de una persona debería estimular psicológicamente la productividad. Dicho de otro modo, su escritorio debería provocar que quiera trabajar de manera creativa y agradable. No hay nada peor para la eficiencia que un trabajador letárgico, que preferiría estar en cualquier otro lugar y haciendo cualquier otra cosa que su trabajo. [...]